Biblioteca Municipal: surgió la Biblioteca en Sierra de Cubitas el 23 de diciembre 1983, con colecciones traídas de la capital de la provincia y ubicada en el local que ocupa actualmente, cito en Edificio 17 apartamento 25 de la Comunidad Cubitas. Su creación fue un acontecimiento de gran relevancia e impacto en la comunidad ya que existían personas ansiosas de lectura y el territorio estaba muy limitado en ese sentido. A su acto inaugural asistieron personalidades de la cultura en el territorio, así como dirigentes del partido, UJC, CTC y Gobierno local. Posteriormente se inauguró una Sala de Lectura en la cabecera municipal. En esos momentos contaba con un escaso fondo bibliotecario de 1670 volúmenes enviado y procesado por la biblioteca provincial, número este que ha ido en ascenso con el paso de los años con las compras al centro provincial del libro, distribuido en las clases: obras generales, referencias, religión, ciencias sociales, ciencias puras, arte, recreación, literatura, historia y lingüística, puesta al servicio de la población que asistía a la consulta y la adquisición para préstamo externo.
Su primera bibliotecaria y Directora fue Marbelis González a la que siguieron como Directores Nancy Stuart, Maribella Hernández, Mercedes Gómez Magalis Villar, Diunaika León, Delia Díaz y Leonardo Ramírez, que al ser entrevistados manifestaron que gran cantidad de usuarios asistían a solicitar los fondos que allí habían además que las colecciones eran variadas pero principalmente predominaba la literatura infantil, la Enciclopedia “Universitas”, geografía, entre otras. Contaba entre sus fondos con un tocadiscos y discos con los que daban servicios a los estudiantes de la escuela primaria Héroe de Yaguajay y las escuelas en el campo del territorio. La colección se utilizó para la lectura en las salas y el préstamo externo con libros infantiles y del género aventura, la cual llegó a tener más de mil ejemplares. La técnica más antigua de la institución es la compañera Magali Pérez Salavarría, la cual no tenía calificación de bibliotecaria pero sí la disposición para promover el hábito de la lectura en el pueblo. El sistema de préstamos era parecido al que tenemos hasta nuestros días, pero no existía la inscripción de usuarios, solo un control de los préstamos a todas las personas sin distinción, ya que estas eran más disciplinadas en la devolución y además no tenían que cumplir con ningún plan técnico económico.
El local siempre ha estado limitado de espacio para aglutinar fondos y prestar servicios a los usuarios por el escaso mobiliario, pues está situada en un edificio multifamiliar. Posee dos salas de lectura: infantil juvenil y general, sala informática, el depósito y la oficina del Director están en la cocinita del apto y el baño. Su especialista principal es la Licenciada Delia Díaz Castillo.
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